Habitualmente,
los dermatólogos recomendamos una batería de productos y de prácticas para
crear un verdadero efecto anti-aging. Sin embargo, para empezar, lo ideal son
los hábitos, entre cuyos beneficios sobresalen la prevención de manchas, la
lozanía de la piel, la reducción de las arrugas y de las líneas de expresión, y
el cáncer de piel, entre otros. Veamos.
1.
Proteger
la piel del sol. Este es el pilar fundamental de cualquier plan. Los rayos
solares envejecen la piel prematuramente. Se lo conoce como fotoenvejecimiento.
Nuestra recomendación consiste en permanecer a la sombra, lejos del sol entre
las 10 de la mañana y las 2 de la tarde, y cada vez que su sombra sea más corta
que usted.
2.
Usar
sombreros de ala ancha, pantalones y prendas de manga larga. Guantes y anteojos
de sol.
3.
Todos
los días, y antes de salir, aplicar protector solar sobre las extensiones de
piel no cubiertas por la ropa y accesorios. Se recomiendan aquellos de factor
de protección 30 o superior y resistentes al agua.
4.
Olvídese
de la cama solar. Esta proporciona nocivos rayos UV, que aceleran el
envejecimiento de la piel.
5.
Emplear
humectantes todos los días. A medida que pasan los años, la piel se torna cada
vez más seca. Aparecen finas líneas de expresión y arrugas. Los hidratantes atrapan
el agua y confieren una apariencia de mayor juventud. Usar humectantes
faciales, para el cuerpo y para los labios.
6.
Mantenga
limpia la piel. La manera en que la higienizamos afecta nuestra apariencia.
Emplear agua tibia y un limpiador moderado en lugar de jabón. Evitar los
cepillos.
7.
Dejar
de fumar. El tabaco contiene toxinas que la afectan directamente. Los
resultados, por caso, están a la vista en la piel del rostro de un fumador.
Sequedad, opacidad, pérdida de firmeza, líneas y arrugas prematuras, y piel
curtida.
8.
Alimentación.
Una dieta saludable promueve una piel saludable. Alimentarse con frutas,
verduras, proteínas y grasas “buenas”.
9.
Por
último, pero no menos importante, dormir. Dormir refresca y renueva.