Si bien tienen que cumplir los objetivos de
higiene y protección de la piel, no hay que descuidar su inocuidad
Los productos
cosméticos para chicos deben contemplar sus diferencias en cuanto a la piel del
adulto. No hay que perder de vista que la del recién nacido es más delgada,
poco queratinizada y con mayor contenido de agua que la
de los grandes. Por lo tanto, la función de barrera de la piel está disminuida
y puede haber un mayor ingreso de alérgenos, irritantes y microorganismos.
Por contar con
menor secreción sebácea, la función protectora de la película hidrolipídica
está disminuida. La escasa producción de melanina aumenta la sensibilidad a los
rayos ultravioletas. Es indispensable
el uso de protector solar.
Los cosméticos
infantiles deben cumplir los objetivos de higiene y protección de la piel
frente a agresores externos (sol, orina, cambios de temperatura, entre otros).
Todos los preparados tienen que ser inocuos en cuanto a su potencia como
agentes sensibilizantes e irritantes de piel y ojos
A un bebe o
recién nacido no se aconseja perfumarlo directamente sobre la piel. Sí, en
cambio, hacerlo sobre la ropa, pero mientras no esté en uso. Una alternativa recomendable
es emplear perfumes para las prendas y que contengan aroma a bebé. Se sugiere
hacerlo tras lavarla, antes de plancharla o rociar el placard y/o cajones.
También se pueden perfumar cortinas, toallas o el colchón de la cuna, pero
antes de emplearlos.
Lo ideal es aplicar productos
diseñados exclusivamente para niños. Elegir aquellos de calidad aunque sean más
caros.
En teoría, se pueden
usar todos los productos indicados para chicos, pero, nuevamente, hay que chequear
que sean de marcas reconocidas.
Los baños de espuma se han relacionado con infecciones del tracto urinario,
así que se recomienda evitarlos hasta que alcanzar al menos 3 años de edad. Las
fórmulas para producir espuma de baño y los jabones fuertes -aquellos que
contienen desodorante o aromas- pueden irritar la abertura de la uretra del bebé
(orificio por donde sale la orina) si no se elimina bien el jabón de esa zona.
Jabones de baño:
deben ser neutros con agentes lipídicos
para no secar la piel. Existen jabones emolientes con glicerina y lanolina,
antinflamatorios con avena para los atópicos, sintéticos con agentes
tensioactivos con pH neutro-ácido, y líquidos con poco detergente.
Los champúes deben tener bajo índice de
irritación ocular y ser atóxicos a la ingesta.
Los aceites, en tanto, hay que aplicarlos
para limpiar la zona perianal, protegerla de los irritantes y eliminar la
“costra láctea”. Pueden ser vegetales (derivados de la lanolina) y minerales
purificados (vaselina líquida). Se suelen incorporar antioxidantes (tocoferol).
Al ser impermeables al agua y al aire predisponen a la pérdida calórica.
Esmaltes de
uñas y quitaesmaltes. Usar productos de calidad y sin acetona. Si bien hay quitaesmaltes sin este compuesto, los
esmaltes lo contienen, por eso se recomienda que las niñas comiencen a
pintárselas recién cuando estén en la primaria, no de manera habitual y bajo
supervisión de los padres.
Si los
cosméticos son de calidad y los chicos no tienen alergias, no deberían manifestarse
mayores inconvenientes.
En síntesis, es
importante generar educación sobre la característica de la piel infantil y los
potenciales peligros de absorción de potenciales tóxicos.