Por
su aporte vitamínico o por sus propiedades antioxidantes, algunos alimentos
contribuyen a la belleza de la piel y del cabello, y pueden ayudar a mejorar
algunas afecciones. Otros, en cambio, tienen un efecto negativo y empeoran
estas patologías. Cuáles conviene consumir y cuáles evitar.
Acné: se recomiendan las frutas y
verduras rojas y anaranjadas porque contienen betacaroteno que, en el
organismo, se convierte en vitamina A, que promueve la reducción de la
seborrea. Las verduras de hoja verde son ricas en vitamina B6, que disminuye la
inflamación y se reducen los granitos. Evitar sal, langostinos y algas,
alimentos ricos en yodo y que estimulan las glándulas sebáceas, lo cual puede
producir irritación en los poros. Por otra parte, aunque el chocolate puro no
produce acné, el azúcar de los postres podría estimularlo.
Rosácea: puede controlarse ingiriendo
ciertos alimentos calmantes como pescado y pepino. La curcumina, presente en la
cúrcuma, es un poderoso antioxidante y antiinflamatorio. Evitar comidas
calientes, platos picantes, el alcohol y la cafeína, que contribuyen a inflamar
los vasos sanguíneos y, por lo tanto, la piel se ve enrojecida. El maní, rico
en niacina, también puede promover el rubor.
Piel seca: beber grandes cantidades de agua
y consumir alimentos que contengan “grasas buenas” (fortalecen la membrana
celular y evitan la pérdida de agua) como palta y aceite de oliva. También son
recomendables el kiwi y los cítricos porque poseen potasio, que regula los niveles
de agua en el organismo. Y no perder de vista el repollo, que contiene azufre,
que ayuda a prevenir sequedad e irritación de la piel. Evitar el café y el té
negro en exceso porque deshidratan los tejidos internos del cuerpo y la piel.
Margarinas y alimentos fritos contienen grasas trans y aceites hidrogenados,
que disminuyen los niveles de grasas buenas y resecan.
Ojos hinchados: sí a los alimentos diuréticos
como el ananá, el perejil, los espárragos y los que contienen potasio, como la
banana, cítricos y tomate. Por su parte, la pimienta de Cayena estimula la
circulación y provoca una especie de drenaje linfático alrededor de los ojos.
Agua todo el día. No a la sal y alimentos ricos en sodio como los embutidos,
quesos y salsa de soja. Restringir el alcohol, que retiene líquidos.
Cabello debilitado: sí a la biotina, presente en
carnes, cereales integrales y verduras verdes oscuras como la espinaca, que lo
fortalecen. También hierro -presente en legumbres- y vitamina C que ayuda a su
absorción. Como el pelo es proteína pura, el huevo es esencial. También se
recomienda el escualeno, que se encuentra en el aceite de oliva y promueve el
brillo y la humectación; el zinc, que aportan las almendras y que ayuda a
reducir la irritación del cuero cabelludo. No al exceso de vitamina A, que
afina el pelo. Evitar el café y el té en exceso porque disminuyen la absorción
de hierro.
Manchas: los antioxidantes que se
encuentran en el chocolate amargo, la granada y el brócoli son los mejores
aliados contra las manchas que aparecen por la exposición al sol. El té verde
también es un aliado. Decirle no al alcohol y a las comidas procesadas porque
debilitan el sistema inmune y la piel se vuelve sensible a la luz solar. No a
la cerveza porque el lúpulo puede producir manchas.
Arrugas: frutillas, moras, ciruelas y
arándanos son una buena fuente de antioxidantes. La vitamina C también es
esencial para promover la formación de colágeno. Los frutos de mar contienen
xantina, un poderoso antioxidante. Beber té verde y mucha agua. No a los
azúcares refinados, que se encuentran en galletitas, postres y dulces porque
generan inflamación y aceleran el envejecimiento.
Piel apagada u opaca: verduras de color verde y
naranja (lechuga, espinaca, zapallo y zanahoria) aumentan los niveles de vitamina
A, que hace que las células de la piel se renueven más rápido y se logre una
tez más radiante. Porotos de soja y batata contienen fitoestrógenos, que
otorgan luminosidad. No al azúcar, cafeína y fritos, que interfieren en la
absorción de nutrientes que la vuelven opaca.