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Monday, December 21, 2015

Cómo elegir el factor de protección solar (FPS)


El uso de protectores es una medida indispensable ante la radiación UV. Una exposición prolongada sin protección produce efectos nocivos crónicos y agudos.
El factor de protección solar o FPS indica la capacidad protectora de un filtro frente a los efectos nocivos de la radiación solar sobre la piel. Surge del cálculo entre el tiempo mínimo que se puede exponer una piel al sol sin experimentar enrojecimiento.
Los filtros solares han contribuido a proteger la piel de las radiaciones más nocivas. Además, permiten que la piel inicie los mecanismos de defensa naturales como la pigmentación y el engrosamiento. El uso de protectores es una medida indispensable ante la radiación UV. Una exposición prolongada sin protección produce efectos nocivos crónicos y agudos. Los más comunes son las quemaduras solares, el envejecimiento cutáneo prematuro y las lesiones cancerosas.
Es importante explicar que los protectores evitan parcialmente los efectos del sol. Por lo tanto, no es suficiente su aplicación para exponerse al sol. Filtran parcialmente la llegada de la radiación por medio de filtros químicos y/o físicos. Debe aplicarse antes de tomar sol y repetir cada dos horas.
Cuánto producto aplicar también es importante ya que los índices de protección se calculan sobre la base de una cantidad suficiente de producto y que cubra completamente la piel. Los deportistas deben considerar que con el sudor se elimina parte del fotoprotector.
Cabe resaltar el beneficio de la ropa, los anteojos y los sombreros.
Un protector solar debe ser hipoalergénico, estar testeado dermatológicamente, brindar protección contra los rayos UVA y UVB, y ser resistente al agua. Hay que consultar con el médico para conocer cuál es el indicado para nuestro tipo de piel, y escoger aquellos que cumplan con las normas de seguridad y calidad.
Los protectores son indicados teniendo en cuenta las condiciones de la piel, sus características, color, grado de hidratación, edad del paciente y la resistencia a la exposición solar del mismo. Además, se debe tener en cuenta la época del año y la localización geográfica.
Por otra parte, también hay que ser cuidadosos a la hora de elegir una protección para los labios. Hay productos especialmente indicados para esta zona tan sensible al sol.

Hay maquillajes que contienen protección solar. Sin embargo, ésta no es suficiente. Debe aplicarse un protector debajo del maquillaje.

Wednesday, November 25, 2015

Controlá tus lunares!

ContrLunares: qué tener en cuenta y cuándo consultar
Todos los tenemos, sin embargo, no hay que desatenderlos y consultar con el especialista.



Los lunares son muy comunes. Se trata de pequeñas formaciones cutáneas que se producen cuando los melanocitos -las células de la piel encargadas de fabricar el pigmento melanina- crecen formando un nido de células.
Habitualmente, la mayoría de las personas, tanto mujeres como hombres, tiene entre 10 y 40 lunares, aunque el número puede ser mayor.
Suelen aparecer a cualquier edad y en cualquier parte del cuerpo. No hay que perder de vista que la exposición al sol podría aumentar la cantidad y modificar el aspecto.
Si bien es común creer que sólo se trata de pequeñas manchitas oscuras, los lunares también pueden ser rosados o marrones, planos o abultados, rugosos o lisos. Generalmente, son redondos u ovalados.
En determinadas circunstancias, un único lunar ubicado en un sitio determinado hasta puede considerarse estético “beauty marks” (¿quién alguna vez no se dibujó un lunar en cierto lugar de la cara o del cuerpo?).
Al menos una de cada diez personas tiene un lunar atípico, de aspecto distinto a los lunares comunes. Por ello, es importante el autoexamen y consultar periódicamente con el médico dermatólogo.
Cada lunar tiene su propio patrón de crecimiento. Pueden agrandarse u oscurecerse durante el embarazo y en la adolescencia.
En la mayoría de los casos, son benignos y, por lo tanto, no se los extirpa, aunque en alguna ocasión puede aparecer alguno atípico, que dé lugar a un melanoma maligno. Por ello, no se debe demorar la opinión con el experto si cambian de tamaño, de color o de forma.

Se recomienda la extirpación de los lunares cuando están ubicados en zonas sujetas a frecuente rozamiento, presiones o golpes, o muy expuestas a los rayos UV, su diámetro supera los 6 mm, los contornos son irregulares o asimétricos, si cambian de color o de aspecto, cuando está rodeado de una aureola rojiza o cuando sangra, si pican o duelen persistentemente, y cuando crecen con el paso del tiempo.