Aunque se perciba lo contrario, los rayos ultravioletas son dañinos en
todas sus formas.
Cómo tomar sol sin perjudicar la salud.
El peligro de la radiación ultravioleta
(UV), emitida por el sol y las camas solares, no se puede pasar por alto.
Existen dos tipos de rayos UV. Los UVA y los UVB. Los primeros están asociados
con el bronceado, mientras que a los UVB se los reconoce como una radiación más
profunda y penetrante.
Trabajos científicos sugieren que existe
una relación entre la radiación UVA y el melanoma maligno, que es la forma más
peligrosa de cáncer de piel.
La radiación UV puede causar cáncer de
piel. Si bien, éste se ha asociado a las quemaduras solares, el bronceado
moderado podría tener el mismo efecto. Los rayos UV también pueden perjudicar
el sistema inmunológico y promover el envejecimiento prematuro de la piel.
Con frecuencia, se asocia al bronceado
como signo de buena salud y vitalidad. De hecho, hace falta una muy pequeña
cantidad de luz solar para que el cuerpo produzca vitamina D.
El número de casos de cáncer de piel ha
aumentado con el paso de los años y los expertos estiman que tiene una relación
directa con el incremento a la exposición a los rayos UV. Más de un millón de
nuevos casos de cáncer de piel serán diagnosticados solo este año en los
Estados Unidos.
El melanoma maligno generalmente es fatal
si no se detecta tempranamente.
La piel envejecida y el cáncer son efectos
que tardan en aparecer y que, en general, no se manifiestan hasta muchos años
después de haber estado expuesto. Desafortunadamente, como el daño no se ve
inmediatamente, mucha gente joven no tiene conciencia de los peligros del sol.
La gente que elige la exposición solar
está en riesgo de desarrollar cáncer de piel. A diferencia del cáncer, el
envejecimiento prematuro de la piel afectará a todos los que se expongan
repetidamente al sol por un período largo de tiempo.
Las pieles tipo I (la que se quema
siempre, nunca se broncea y es muy sensible) y II (se quema fácilmente y se
broncea poco) son las más riesgosas.
Por lo tanto, hay que planear las
actividades al aire libre tratando de evitar la franja horaria en la que el sol
es más fuerte. Como regla general no hay que exponerse entre las 10 y las 16
horas.
Usar sombreros, pantalones largos y remeras
de manga larga.
No olvidarse de los anteojos de sol y que
provean protección 100% contra los rayos UV.
Emplear siempre pantalla solar con factor de protección (FPS) 30 o más, que
bloqueará tanto los rayos UVA como los UVB. Es importante aplicarlo con frecuencia.
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